Un ángel triste

no más las dulces metamorfosis de una niña de seda
sonámbula ahora en la cornisa de niebla
su despertar de mano respirando
de flor que se abre al viento

Alejandra Pizarnik

No entiendo porqué la vida tiene que ser tan difícil siempre. Otra vez me siento tan, tan sola... como perdida en un mar de cosas que no entiendo y que quisiera poder cambiar.

Me falta belleza, me falta inteligencia, me falta que me quieran. Me siento como si todos supieran que estoy derrotada, que estoy triste y todos se burlan de mí y me señalan. No quiero que me digan que es lo qué tengo que hacer, no quiero que se metan y me pregunten cómo estoy porque todos están mintiendo siempre. Quiero que alguien de verdad se interese y se preocupe porque yo soy chiquita, adentro... no quiero ser eso que ellos quieren que sea.

Levantarme todas las mañanas y ser linda y sonreír y no salir y no tomar y escoger al que ellos quieren y dejar el amor que tanto anhelo y el cigarro y de pintarme el pelo así.

Violeta me regaló el poema de Alejandra Pizarnik. A mí no me gusta mucho leer. Bueno, no me gustaba. Pero esto está como lo que siento ahorita... como esas ganas de renunciar a toda esta fiesta de disfraces y dejar de ser la niña y que alguien encuentre a la niña de verdad. No más universidad, no más ir a aprender la estupidez de otros, no más montarme en una lata de sardinas todas las malditas mañanas de mi vida para ir a la facultad de los idiotas y llegar con cara de ponqué a donde ellos a que me sirvan su comida que destesto y me echen en cara el espacio, la vida.

Quiero irme, quiero irme lejos.

Quiero que alguien me detenga.